La policía local emplea medios tecnológicos para leer matrículas.

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La policía municipal de Valladolid y de Segovia incorpora el Discover_elite, un dispositivo electrónico diseñado y producido por la empresa Discover, especialistas en el desarrollo de programas informáticos, para leer la matrícula de los vehículos que cometen infracciones.

Así lo señaló el periódico local El Día de Segovia a principios del 2023, quien relataba en un artículo como los coches patrulla de la policía municipal de la capital castellana habían sido equipados con unos pequeños dispositivos, del tamaño de un teléfono móvil, conectados a una cámara, que capturaban sobre la marcha la matrícula de los vehículos que se encontraban a su paso. Informando a los agentes sobre datos relevantes de los vehículos, como su situación respecto a la ITV, si estaban al corriente del pago del seguro o si el vehículo había sido robado.

Este es solo un ejemplo de los adelantos tecnológicos que las policías locales de nuestro país han integrado en su día a día para el desarrollo de sus funciones en materia de seguridad vial.

En concreto, este tipo de lectores, se colocan sobre un soporte, en la parte interna del parabrisas, como si fuera un móvil. El vehículo policial va patrullando la ciudad, con toda normalidad, mientras el dispositivo electrónico capta la matrícula de todos los coches con los que coincide, bien estén aparcados o en movimiento. En el momento en el que aprecia alguna irregularidad, presenta la matrícula en rojo dentro de la pantalla y emite una señal acústica. El agente de la policía, pulsando un botón, podrá visualizar información relativa a ese vehículo, procedente de los registros de la D.G.T.

Los últimos avances informáticos están presentes en varios dispositivos utilizados por la policía, como los radares móviles o las cámaras de videovigilancia. De esta forma se consigue que las tareas policiales sean más rápidas y efectivas, mejorando así la seguridad vial en nuestras ciudades.

El control del tráfico en la era digital.

Estos lectores de los que estamos hablando permiten un peinado industrial, en grandes cantidades, de las matrículas de los coches que se encuentran en la ciudad, en un recorrido concreto, en un momento dado.

Hasta hace bien poco, la lectura de matrículas se efectuaba de modo manual; es decir, el agente apuntaba en una libreta el número de matrícula de un coche infractor o sospechoso y se comunicaba por radio con la central. Allí, otro compañero, introducía los dígitos en el ordenador y los cotejaba con la base de datos de la D.G.T. Ahora, todos estos datos aparecen inmediatamente en la pantalla del dispositivo electrónico que utiliza el agente de calle.

Con la tecnología se ahorra tiempo, pero, sobre todo, se aumenta en eficacia. En el tiempo en el que antes un policía comprobaba una matrícula, ahora se pueden leer decenas de ellas.

Antes, el policía comprobaba la matrícula de un vehículo que estaba mal aparcado o el de otro que excedía los límites de velocidad, del que había anotado el número de la matrícula o había logrado detener el automóvil. El conductor debía ser pillado en una falta fragante. En cierto modo, todo dependía de la pericia y profesionalidad del agente. Actualmente, con estos medios tecnológicos, se pueden detectar casos delictivos que de otra forma pasarían desapercibidos.

Es por ejemplo, el caso de un coche que circula con total naturalidad por las calles de la ciudad, pero que debería estar inmovilizado por no haber pasado la I.T.V. Con este sistema, también se recuperan con más facilidad los coches robados. El policía no tiene que estar pendiente de encontrar un vehículo con una descripción determinada entre miles de coches que circulan un día cualquiera. El propio dispositivo lo detecta al otear las matrículas y da la alarma.

Para que nos hagamos una idea. La revisión manual se daba hasta con los radares que controlan la velocidad en determinadas calles de la ciudad. Cuando un coche excedía el límite de velocidad, la cámara del radar efectuaba una foto a la matrícula. Después sería un agente el que comprobaría los datos de la matrícula en el ordenador. Hoy, gracias a la informática, todos estos datos se entrelazan automáticamente, permitiendo una actuación más rápida que redunda en una mayor seguridad en nuestras calles.

La matrícula es el D.N.I. de un vehículo.

Este es un dato que todos comprendemos, pero no somos conscientes de la cantidad de información que se asocia a una matrícula. La cual se encuentra registrada en los archivos de la D.G.T.

Con la matrícula de un coche podemos saber la marca, el modelo, la antigüedad y el consumo de combustible de un vehículo, así como los datos referentes a la emisión de gases contaminantes. Podemos conocer el nombre del propietario y su dirección, así como el historial de propietarios que ha tenido el vehículo.

Podemos cerciorarnos sobre si el vehículo ha pasado recientemente la I.T.V., cuando es la próxima revisión que debe pasar y el historial de todas las inspecciones técnicas oficiales que se le han efectuado desde que salió al mercado.

Con el número de matrícula conocemos si el propietario está al corriente del pago del seguro obligatorio de vehículos, si ha pagado el impuesto de circulación y el historial de multas e infracciones relacionadas con el vehículo.

También permite conocer datos técnicos del automóvil como su límite de carga, su potencia y su clasificación respecto al Euro NCAP. Un test de seguridad que se efectúa el fabricante y que mide áreas como la protección de adultos dentro del vehículo, la protección de niños, la respuesta ante los peatones y los sistemas de ayuda a la conducción.

Además, muchos talleres mecánicos que utilizan un libro digital de mantenimiento van facilitando información actualizada a la D.G.T. sobre el estado de los vehículos.

Gracias al número de la matrícula se puede saber si un vehículo ha sido robado o se le ha efectuado alguna alteración mecánica o técnica contraria a la ley.

Una parte de estos datos pueden ser consultados por un particular mediante la solicitud a la D.G.T. del informe del vehículo. Un trámite recomendable, sobre todo si vamos a comprar un coche de segunda mano. De todos modos, la información más detallada y completa solo está al alcance de la administración y de los cuerpos de seguridad, siempre facilitada por la D.G.T.

Si bien, la matrícula es un instrumento útil para conocer la realidad de un vehículo, su principal código identificativo es el número de bastidor. Un conjunto de letras y números grabados por el fabricante en una parte interna del chasis, generalmente en la zona que sujeta al motor. El número de bastidor aparece en la tarjeta técnica del vehículo.

Con malas artes se puede falsificar una matrícula. Colocar a un coche una matrícula que no le corresponde, sin embargo, el número de bastidor no se puede alterar. Como mucho se puede intentar raspar, pero esta es una acción ilegal que salta a la vista de la policía en el momento en el que inspeccionen el interior del vehículo.

El tráfico es cada vez más seguro en nuestras ciudades.

El periódico Diari de Tarragona señala que las ciudades españolas son más seguras, en términos de seguridad vial, que la mayoría de ciudades europeas.

Los datos provienen de un informe publicado por el Observatorio Europeo de Seguridad Vial (E.R.S.O., en inglés). El estudio recoge que 40% de los fallecidos por accidentes de tráfico en Europa se producen dentro de las ciudades, mientras que en nuestro país se limita al 29%.

Aunque los pequeños accidentes urbanos están a la orden del día, el tráfico en las ciudades españolas es bastante seguro, y no deja de mejorar gracias al empeño que los ayuntamientos ponen en ello.

Para eso, hay tres claves principales de las que las autoridades suelen tirar. La primera es la planificación del tráfico en las ciudades. Se canaliza la parte principal del tráfico de vehículos en grandes vías: vías de circunvalación que permiten recorrer la ciudad por fuera, accediendo a la zona de destino con más facilidad, y grandes avenidas que recorren la ciudad por dentro, pero dejando la mayor parte de las calles para uso de los vecinos. Una tendencia interesante que se ha hecho popular en los últimos tiempos ha sido la de convertir el centro de las ciudades en zonas peatonales. Eliminando el tráfico en estas áreas, convirtiéndolas en zonas comerciales, donde los vecinos pueden realizar tranquilamente sus compras y sus gestiones.

El traslado de hospitales y centros comerciales fuera de la ciudad, lugares a los que habitualmente se accede con vehículos, ha ayudado bastante a la descongestión del tráfico.

Otra de las claves de este avance es el empleo de medios humanos. Visto desde fuera, como un ciudadano cualquiera, el control del tráfico y la seguridad vial se han convertido en la función principal de las policías locales. A las cuales se les dotan cada día de mejores medios técnicos, la tercera clave. Lo cual contribuye a que efectúen sus labores con una mayor rapidez, eficacia y eficiencia, prestando un mejor servicio a los ciudadanos.

La tecnología es un elemento fundamental para hacer nuestras ciudades más habitables en materia de seguridad vial.

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