Los compresores de aire son una maquinaria de uso generalizado en la industria. Se utilizan en una amplia variedad de procesos en diferentes sectores industriales Te comentamos algunas de las aplicaciones más destacadas de esta tecnología industrial.
El aire comprimido no solo sirve para inflar en poco tiempo una cámara neumática, como es el caso de las ruedas de los automóviles, también permite aplicar una fuerza contundente de manera precisa en un punto concreto, lo que hace que se utilice en la construcción, o lanza un líquido a presión para impactar sobre una superficie; pintura y limpieza industrial. Estos son solo algunos ejemplos que iremos desgranando a lo largo del artículo.
Ramón, que trabaja en un taller de reparación de calzado, nos dice que el compresor de aire alimenta varias máquinas de su taller. El aire comprimido activa una pistola de clavos para clavar las tapas de los tacones. Dispone de una prensa neumática que ejerce presión sobre las suelas para que se peguen con más fuerza. Otra prensa de balón, conectada al compresor, le sirve para pegar las zapatillas deportivas. Nos dice que sin ella, esta reparación no se podría llevar adelante. El pegado duraría apenas unos días.
Los técnicos de Airmac, una empresa de Alicante distribuidora de equipos industriales de aire comprimido, que hemos consultado porque incorporan en sus máquinas las últimas innovaciones, nos cuentan que los compresores que más se utilizan son los de pistón y los de tornillo ya que su funcionamiento es diferente. Mientras que el compresor de pistón aspira el aire de un cilindro cuando se desplaza hacia atrás, como si fuera una jeringa, y lo comprime al avanzar hacia delante, guardando el aire comprimido dentro de un tanque; el compresor de tornillo funcionan por medio de dos hélices en paralelo. Las hélices giran en sentido opuesto generando aire y lo comprimen cuando se van aproximando entre sí, siguiendo el perfil de un tornillo.
Este es su funcionamiento explicado de una forma sencilla. Pero vamos a detenernos en sus usos. En los sectores industriales que utilizan estas máquinas. Esto nos dará una idea de su importancia.
Automoción.
La revista digital Automovilismo Canario señala que el compresor de aire es uno de los componentes más importante que debe llevar todo conductor en su vehículo. Esta pequeña máquina, que puede ser eléctrica o manual, mide la presión del aire de los neumáticos. De forma que el conductor pueda llevar un control sobre ellos para no llevarse ninguna sorpresa desagradable durante la conducción.
Este artefacto no es más que una versión muy simplificada de los compresores que se utilizan en un taller de reparación de vehículos o en una planta de montaje.
Evidentemente, los neumáticos se inflan y se controla la presión a través de los compresores. Pero es que, además, muchas de las máquinas que se utilizan en la industria del automóvil funcionan con aire comprimido. Desde las remachadoras que ensamblan planchas del chasis, hasta las pistolas que pintan el exterior del vehículo. Y esto solo es una pequeña parte. La industria del automóvil es uno de los sectores industriales en los que más se emplea el aire comprimido.
Construcción.
A todos nos sorprende, y hasta nos da miedo, la eficacia de los martillos neumáticos. Una máquina que con su percusión es capaz de demoler en pocos minutos el hormigón armado y la piedra más dura. No somos conscientes del ahorro de esfuerzo humano que ha representado el desarrollo de esta máquina. Hasta hace no mucho tiempo, este trabajo lo realizaban hombres con mazos y martillos, dejándose la piel en la tarea.
El aire comprimido se utiliza como principio energético en una amplia gama de máquinas utilizadas en la construcción moderna. Sobre todo para hacer funcionar equipos pesados. Es habitual verlo en taladros y clavadoras. Mucho más potentes que las máquinas análogas que podemos usar para el bricolaje doméstico.
El bombeo del hormigón también se realiza por medio de aire comprimido. Para hacer funcionar estas y otras máquinas, las obras necesitan abastecerse de potentes compresores de aire.
Industria farmacéutica.
Los sistemas de aire comprimido se utilizan en una gran variedad de procesos dentro de la industria farmacéutica. Para ello se suelen emplear compresores de tornillo sin aceite. El aire comprimido garantiza un ambiente esterilizado, limpio de virus y bacterias, que es fundamental para la fabricación de medicamentos.
Para producir cápsulas y pastillas se utiliza aire comprimido. Las máquinas que se dedican a mezclar los ingredientes triturados en polvo, las que secan la mezcla, las que la prensan para formar pastillas y hasta las que se encargan de recubrirlas, están conectadas a compresores de aire. De esta forma se logra alcanzar una consistencia en el producto, evitando la contaminación.
Para el envasado de los medicamentos también se realiza con aire comprimido. El aire seca la humedad de los blísteres y limpia, de polvo y partículas, cajas, botes y botellas, antes y después de rellenarlas con el medicamento.
En la fabricación de cremas, geles y jarabes, el aire comprimido se utiliza para asegurar la limpieza del material de embalaje. Estos productos pastosos se introducen en tubos y viales que en la cadena de producción se cortan en función de la dosis precisa, y que en todo momento deben estar secos y libres de contaminantes.
Industria alimentaria.
La industria alimentaria es otro sector donde la higiene es fundamental. No olvidemos que cualquier contaminación de los productos puede dar lugar a intoxicaciones entre los consumidores. Es un asunto de salud pública.
Por eso, la tecnología del aire comprimido es una de las más utilizadas en el sector. El aire a presión elimina la presencia de bacterias y microorganismos patógenos.
Los equipos de aire comprimido se usan para el envasado al vacío, para el mezclado y secado de ingredientes y para el transporte de algunos alimentos dentro de la cadena de transformación.
En una línea de envasado de salsas, por poner un ejemplo, los compresores de aire se encargan de activar las máquinas que se dedican a rellenar los envases de forma rápida y precisa. Si estas salsas se introducen en botes, botellas o tarros, previamente el envase se ha limpiado con agua y detergente a presión. Para lo cual también se ha utilizado aire comprimido. Antes de llenar los envases, estos deben estar secos. El secado se efectúa con aire a presión para acelerar el proceso y evitar una posible contaminación cruzada.
Industria textil.
Tanto en la confección de las telas, en el corte de los patrones, como en el tintado de las prendas, el aire comprimido es ampliamente utilizado dentro de la industria textil.
Las teleras modernas automáticas utilizan aire comprimido para controlar los movimientos de los hilos. Los brazos de los telares efectúan giros precisos para garantizar que el tejido de la tela sigue el patrón esperado.
Un tipo de tela donde se utiliza el aire comprimido es la producción del tejido de punto. Las agujas, rodillos y piezas móviles de las máquinas tejedoras funcionan con aire a presión que asegura un movimiento fluido, consiguiendo una ejecución uniforme.
Muchas de las máquinas cortadoras de telas se accionan con aire comprimido. De esta manera se consigue dividir un rollo de tela en piezas más pequeñas sobre las que aplicar los patrones con los que se hacen las prendas de ropa, efectuando un corte limpio y preciso que disminuye el desperdicio de material.
Para el teñido y acabado de telas y piezas textiles también se utiliza la tecnología de aire comprimido. El aire a presión acciona las válvulas que controlan el flujo de agua, aire y tinte, logrando el acabado deseado. Los compresores de aire están en funcionamiento durante el pre-lavado, el teñido y durante el sacado de las telas y las prendas de ropa.
Tratamiento de aguas.
El periódico local Salamanca al Día informó como la diputación salmantina puso en marcha una serie de depuradoras de agua en varios municipios de la provincia con el objetivo de depurar aguas residuales de uso humano para acondicionarla para el riego agrícola. De esta forma se pretendía paliar los efectos de la sequía y reducir el uso de los recursos acuíferos en la actividad agraria.
Para ello, las depuradoras fueron dotadas de compresores de pistón y de bombas de agua dosificadoras.
Los compresores inyectan aire en los tanques de aguas residuales, oxigenando el líquido y favoreciendo la aparición de bacterias que descomponen la materia orgánica. En este proceso, el aire genera burbujas que hacen que los microorganismos suban a la superficie, manteniendo la parte baja del tanque relativamente limpia.
Con este sistema no podemos decir que obtengamos agua potable. Para potabilizar el agua es necesario efectuar otros procesos químicos. Pero sí, logramos depurar aguas sucias para reutilizarlas en la agricultura y en la limpieza.
Por otro lado, el aire comprimido se utiliza para accionar válvulas que controlan el flujo de agua y productos químicos mejorando la eficacia de las plantas depuradoras.
Como vemos, las aplicaciones de los compresores de aire en la industria son múltiples y variadas. Seguro que algunas de los que te hemos comentado, no los conocías.